Monday, November 16, 2015

Un caso de Economía de la Experiencia: La Liga Española de Fútbol (LFP)


Estadios medio vacíos en el fútbol español
Recientemente, escuchaba en mi cadena de radio favorita un debate respecto a la asistencia de público a los estadios de fútbol españoles. Debo aclarar que aunque vivo en Portland, Oregon, forma parte de mis 'obligaciones' del fin de semana el verme uno o dos (o tres) partidos de la Liga y como cualquier español que lea estas líneas entenderá, el fútbol seguido a través de la radio, es otra cosa... De vuelta al debate, los comentaristas lamentaban el ver muchas de las gradas medio vacías y achacaban este problema al precio (alto) de las entradas; argumentaban que una bajada significativa de los abonos y tickets por partido llenarían los estadios, crearían un ambiente más propicio para el equipo local y desde un punto financiero probablemente generaría tantos o más ingresos que el actual escenario.


Messi vs Ronaldo, FC Barcelona vs R.Madrid
En este punto, me gustaría abordar el tema desde el punto de vista de la la Economía de la Experiencia (*) e intentar contestar a la siguiente pregunta: ¿Qué compra exactamente el aficionado cuando acude a la taquilla y paga por una entrada al estadio? Si atendemos a los datos publicados el año pasado por la LFP, (datos asistencia estadios LFP) de los 8 estadios con mayor afluencia de aficionados, 7 de ellos pertenecían a los 7 primeros clasificados en la liga, por lo que parece ser que los aficionados de los equipos mejor situados en la tabla están comprando una Experiencia ganadora. El equipo está funcionando y las posibilidades de ver a tu equipo ganar son elevadas y ello justifica (en mayor o menor medida) el precio de la entrada. Dentro de estos equipos ganadores hay algunos que, además, sobresalen por tener en sus filas algunos de los mejores jugadores de mundo (FC Barcelona o Real Madrid) con lo que a esa experiencia ganadora se añade el poder ver a esos jugadores top que hacen las delicias de cualquier aficionado. Curiosamente, cuando cualquiera de estos equipos visita cualquier otro estadio, éstos también se llenan para ver a las estrellas del equipo contrario. Podemos pues llamar a ésta una Experiencia de estrellas del fútbol.

Lo que voy a decir a continuación puede crear cierta polémica pero creo que explica el hecho de que en otras ligas, como la inglesa, a pesar de que, lógicamente, no todos sus equipos pueden ocupar los puestos más altos de la tabla, la mayoría de sus estadios se llenan de público cada fin de semana. En Inglaterra muchos de los espectadores de la EPL están comprando también una Experiencia tribal. No es casualidad que el mercado más grande de réplicas de equipos de fútbol es el inglés, el ambiente, los cánticos, la historia de los equipos de la Premier League no tienen comparación en ninguna otra liga del mundo y esa pertenencia a un grupo/club se experimenta en el estadio de fútbol cada fin de semana. La liturgia inglesa no forma parte de la cultura futbolística española y aunque es cierto que en los clubs españoles hay grupos de aficionados incondicionales que acuden al campo con sus camisetas, bufandas y cánticos, no dejan de ser una cierta minoría en todos los estadios.

¿Un reducción del ticket de entrada aumentaría significativamente la afluencia de público a los estadios? Creo que no, salvo que la bajada de precios garantizará mejor juego y victorias del equipo local, algo difícil de creer. Los estadios no se llenan porque la experiencia ofrecida es poco atractiva:

-Si vas en coche, tienes que llegar 2 ó 3 horas antes de que empiece el partido o aparcar a más de media hora de distancia a pie del estadio. La salida no está exenta de atascos y retrasos que requieren armarse de una paciencia infinita... imagínate cuando además tu equipo ha perdido. Si usas transporte público, las colas y retrasos suelen ser la norma.
-Cuando llegas al estadio, te sientas en un asiento que acostumbra a ser incómodo y lógicamente expuesto a las condiciones meteorológicas.
-Los puestos de catering (venta de bocadillos) son escasos (larga cola asegurada), de calidad dudosa y especialmente caros. Así que en muchos casos acabas trayéndote el bocata de casa.
-A pesar de sentarte en una buena localidad con tu familia, parece ser que siempre tienes que coincidir con algún energúmeno que no para de insultar al arbitro o al delantero del equipo contrario haciendo la experiencia poco recomendable para familias.
-Pagas una entrada por 90 minutos de fútbol, sin ni siquiera una gran pantalla cerca para poder ver las repeticiones de cada jugada. No pasa nada antes del partido (ni en los alrededores del campo ni en el campo), no pasa nada en el descanso y menos al final.
-Cuando llegas a casa estresado, te planteas si realmente vale la pena volver a pagar ni un euro por una experiencia así.

El espectáculo de la NBA
Quizás sea ésta una descripción exageradamente negativa de lo que es una tarde de fútbol en España, pero comparémoslo con la experiencia equivalente en la NBA americana: La mayoría de los partidos tienen sus entradas vendidas en su totalidad, de todos sus equipos, sin importar como estén jugando esa temporada. ¿Por qué? Porque además de ofrecer una experiencia ganadora (o no) y de juego brillante (o no), la NBA ofrece un espectáculo global para familias antes, durante y después del partido:
-Juegos y actividades en el pabellón antes del partido
-Cheerleaders y Dancers durante todo el partido
-Juegos y atracciones durante todo el partido
-Servicio de catering diverso, abundante y rápido (eso sí, bastante caro)
-Pantallas a la vista de cualquier asiento del estadio que te permiten ver la repetición de cualquier jugada

Lógicamente, son diferentes deportes (fútbol y basket), en diferentes instalaciones deportivas por lo que no se trata de copiar y pegar la fórmula pero la idea es que, no importa lo aficionado al basket que seas, al final de un partido de la NBA sales pensando que has visto un espectáculo deportivo entretenido, y lo más probable es que vuelvas pronto.

Para llenar otra vez los estadios de fútbol españoles es necesario ofrecer un Experiencia de entretenimiento futbolístico. Los responsables de la LFP y los Clubs deberían pensar en como elevar todos y cada uno de los elementos que conforman esa experiencia y hacerla memorable, extraordinaria y repetible cada domingo. No es una tarea fácil pero los réditos pueden ser excelentes.

(*) B.Joseph Pine en The Experience Economy: Work is theatre & every business a stage (1999) describe la economía de la Experiencia como aquella en la que los consumidores han dejado de consumir sólo productos o servicios y demandan cada vez más experiencias, eventos memorables que conectan con el consumidor de una manera personal.